Cuatro velas se estaban consumiendo tranquilamente.
El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo
entre ellas.
La primera dice: “¡Yo, soy la PAZ!
A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme
encendida.”Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.
La segunda dice: “¡Yo me llamo FE!
Infelizmente soy superflua para las personas. Porque ellas no
quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar
quemándome.”Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y ésta se apagó.
En voz baja y triste la tercera vela se manifestó: “¡Yo soy el
AMOR!
No tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de
lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se
olvidan hasta de aquellas que están a su alrededor.”… Y
también se apagó.
De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas. Y dijo:
“¿Qué es esto? ¡Ustedes deben estar encendidas y consumirse
hasta el final!”
Entonces, la cuarta vela, habló: “No tengas miedo niña,
¡mientras yo esté encendida, podemos encender las otras
velas!”Entonces la niña tomó la vela de la ESPERANZA y
encendió las que estaban apagadas.
Que la vela de la ESPERANZA nunca se apague dentro de
nosotros.
Salmos 27:14
Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!
Salmos42:11
¿Por qué voy a inquietarme?¿Por qué me voy a angustiar?En Dios pondré mi esperanza,y todavía lo alabaré.¡Él es mi Salvador y mi Dios!
Romanos 15:13
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
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