Quiero yo decirte algo que en verdad,
de alguna manera puedes sospechar,
quiero que tu sepas, que en todo momento,
desde la mañana al despertar,
durante todo el día, como al respirar,
en cualquier instante y en todo lugar,
pienso en tu sonrisa y empiezo a soñar.

Y te digo poemas que surgen de adentro,
algunos se pierden en mi cerebro,
remontan caminos sin luz, ni recuerdo,
y son las estrofas que cantan al viento,
los pájaros libres, los duendes etéreos,
lo entonan en coro los ángeles buenos,
y hasta los delfines vibran con ellos.

Y existen otros que a veces retengo,
los escribo en lo primero que encuentro,
en papeles grandes o pequeños,
en hojas blancas llenas de renglones,
o guardo en palabras en mis pensamientos.

Quiero explicarte el porque de todo eso,
quiero que tu sepas que no importa donde,
en todas mis palabras me hallarás sincero,
y no importa adonde, aún en el silencio,
escucharás palabras, sentirás mi aliento,
porque es mi alma la que a ti te ama,
es mi esencia pura, que supera al cuerpo.

Y el alma vive en todos los rincones,
el papel, el aire, en el mundo entero,
se une a las estrellas, a la luz del sol,
y viaja eternamente por el Universo.

Si un día mi mano no puede escribirte,
si un día mi voz dejases de oír,
piensa en cada frase, piensa en cada beso,
y en todos mis versos, me hallarás a mí.



Jorge Enrique 14 de agosto 2008


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